viernes, 31 de diciembre de 2010

Deseos para el nuevo año

Para el nuevo año pido paz interior y constancia para llevar a cabo las metas planteadas este año que dejamos.

Me gustaría despertar en 2011 con un mundo más tolerante y en el que ser diferente no sea tan duro.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Algo bueno en mí...

Versionando el título de la canción de la bellísima Idaira, una concursante de OT olvidada por las grandes cadenas de televisión pero apreciada (y de qué manera) por su ejército de seguidores en el que me alisté desde que aceptó mi amistad en facebook, el título de este post "Algo bueno en mí" viene a celebrar que algo está removiéndome las tripas para que haya abierto mi mente y logre volver a escribir en este blog.

El dolor, la tristeza, la búsqueda de la paz interior...¡quién sabe! Lo cierto es que me voy a la cama contenta de haber podido escribir unos reglones para sacar al exterior una pequeña parte de mí que me atormenta y a la que me aferro sin más sentido que el de prolongar algo que debe encontrar su punto y final.

Cuando menos es más

Ya lo decían los minimalistas: hay que plasmar menos elementos para conseguir un mejor diseño, más elegante y que cumpla su función de manera más eficaz..."Menos es más". El concepto está claro y es aplicable a cualquier manual de psicología barata para sobrevivir en el día a día en esta sociedad que no da tregua. Extrapolándolo a este campo podríamos resumirlo en la siguiente autocita: "Menos pensar y más hacer".

Pero lo que la mente alcanza a pensar sin que el ser humano sea capaz de controlarla es inmesurable y, finalmente, la realidad es la siguiente: "Pensar más para hacer menos". Y esto tiene su lado más que positivo si hablamos de los avances tecnológicos que han sido ideados por la mente humana para trabajar menos. El mando a distancia es, sin duda, el icono de esta mentalidad.

No obstante, en el otro lado de la balanza nos encontramos con la versión más ruin: el pensamiento inútil, que nos frena, nos limita y nos hace que no seamos capaces de recorrer el camino que queremos porque es más difícil y tortuoso. Ese "y si..." que nos impide alcanzar metas porque no nos deja tomar la línea de salida...

Después del amor...(I parte)

Cuando nuestras miradas se entrecruzaron oficialmente en aquel vagón de tranvía, nada me hizo presagiar lo que vendría después. Hacía meses que me había fijado en esa chica que se sentaba cada día frente a mí en la oficina y que primero me parecía simpática, luego encantandora y que, poco a poco y de manera inconsciente, me fue conquistando con sus incalculables encantos.

Tras el cruce consensuado de miradas, vendrían los besos, las caricias y un sinfín de risas y, por supuesto, las lágrimas...Esas diminutas, transparentes e inoportunas gotas que se precipitan por mis ojos cada vez que recuerdo su rostro...